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Cambios en la forma de invertir: La influencia de las finanzas conductuales en las decisiones de inversión en el mercado de valores
Febrero / 2023 Negocios

Mejorar el conocimiento financiero y estar conscientes de cómo piensa nuestro cerebro son la base para gestionar las emociones y los sesgos para alcanzar con éxito los objetivos financieros adecuados.

El proceso de la toma de decisiones económicas de las personas naturales o jurídicas en relación con la psicología se estudia a través de la economía del comportamiento, esta explora el motivo por el cual los individuos, grupos u organizaciones a veces toman decisiones irracionales, no siguiendo los modelos económicos predictivos.

La economía del comportamiento tuvo sus orígenes a finales de los años 70 con el propósito de estudiar la oposición que los psicólogos y sociólogos tienen hacia las teorías financieras y económicas convencionales, que plantean que los mercados son eficientes, además de que los seres humanos son actores racionales que buscan la maximización de la utilidad en cada acto o decisión que toman.

Basándonos en la perspectiva de las finanzas conductuales, no es difícil plantearnos un mercado de valores similar a una persona: teniendo cambios de humor producidos por las subidas y bajadas de precios en las bolsas de valores, esto lo puede poner eufórico o irritable de forma repentina.

Siendo las finanzas conductuales un apartado en la economía del comportamiento, proponen que los sesgos psicológicos del individuo afectan el comportamiento y las decisiones financieras de los inversores y especialistas, a su vez, pueden ser la explicación a las anomalías del mercado de valores, especialmente las subidas y bajadas en los precios de las acciones cotizadas en bolsa.

En contraposición, la teoría financiera clásica se basa en la hipótesis de cómo deberían comportarse los inversionistas y los mercados, asumiendo que los individuos son opuestos al riesgo, que tienen toda la información necesaria y buscan siempre maximizar la utilidad. A este tipo de inversionistas se les conoce como inversionistas racionales. El comportamiento de estos, conduce a mercados eficientes caracterizados por el hecho de que los precios reflejan toda la información apropiada disponible para la toma de decisiones.

La diferencia básica entre las finanzas conductuales y las clásicas está en el comportamiento de los inversionistas y los mercados, en la práctica no en la teoría financiera, ya que los individuos toman decisiones con base a comportamientos emocionales muchas veces irracionales.

Las finanzas conductuales se plantean la siguiente variedad de perspectivas:

  • Hay que afirmar que, en lugar de ser racionales y calculadoras, las personas a menudo son psicológicamente influyentes y toman decisiones financieras basadas en emociones y sesgos cognitivos, tendiendo normalmente al autocontrol.
  • Muchas veces los inversores, en lugar de sentir dolor por una posición de pérdida, la mantienen por el solo hecho de no darse por vencidos, es decir, por no sentir el fracaso en la toma de decisiones.
  • El comportamiento gregario o instinto de manada hace que los inversores se muevan en los mercados bursátiles tan solo por imitación, como reza el dicho popular “¿Dónde va Vicente? Donde va la gente”, comprando cuando el precio está al alza y vendiendo cuando el mercado está a la baja. Lo anterior es simplemente por el temor a que otros inversores tengan más y/o mejor información de la que ellos poseen.  
  • La revisión de lo ocurrido, es decir, en retrospectiva, se utiliza por las finanzas conductuales, pero —hay que decirlo— hasta el momento no ha podido desarrollarse una estrategia ganadora en el futuro, por lo que será un tema que pronto lo veremos incluido en las plataformas de desarrollo tecnológico, con el análisis del comportamiento de los inversores.

Las finanzas conductuales pueden ayudar a los inversores a capacitarse sobre cómo vigilar su comportamiento y, a su vez, evitar errores que menoscabarían su riqueza. No se ofrecen milagros en el sentido de adivinar qué ocurrirá en los mercados financieros, pero sí ayudar a modelar un esquema de comportamiento que maximice la rentabilidad del individuo.

Los llamados conductistas financieros junto con expertos en inteligencia artificial ya están profundizando y creando modelos predictivos coherentes que les permiten, con un nivel de certeza razonable, predecir el futuro de los mercados financieros. Los sistemas desarrollados simulan la toma de decisiones de los expertos mediante métodos de aprendizaje automático y profundo, para obtener modelos de selección de valores más estables y eficientes, y así proporcionar bases sólidas y resolver problemas complejos en el proceso de inversión.