También, la historia ha demostrado la crueldad de la inventiva creativa y ambiciosa de algunas mentes, que ha terminado en el beneficio financiero de pocos y en la desdicha (por la codicia) de muchos, que vieron una oportunidad de generar riquezas sin el mayor esfuerzo posible no habiendo considerado el riesgo inminente de pérdida.

Actualmente, día con día observamos la facilidad de mover lo que muchos han denominado moneda virtual, moneda digital, criptomonedas y con un sinnúmero de apelativos a una modalidad de intercambio financiero, algunas veces sin mayor respaldo y con la posibilidad de perder el bien preciado, el dinero, la moneda fiat (que tiene valor por sí mismo), y no recuperarlo ante la desaparición de quienes controlan estos sistemas. Nada más es de comparar que monedas fiat existen casi en la misma cantidad que países legalmente constituidos como repúblicas en comparación con las criptomonedas; alrededor de 9.000 creadas (coinmarket.com).

¿Qué nos depara el futuro? Los modelos de negocio serán nuevos retos, así como disminuir los riesgos que significan las tecnologías relacionadas con una generación eminentemente tecnológica. La democratización de los servicios financieros, las opciones de acercar estos servicios a través de los corresponsales y la competencia se vuelven mayores y bajan sus costos, pero también la supervisión debe de hacerse más efectiva.

La institucionalidad debe de intervenir. Se vuelve imperativo la regulación de los entes relacionados con los mercados financieros en la que se definan procesos, normativas, legislación y una supervisión constante y, sobre todo, prevención por la llegada de posibles delitos relacionados.

En nuestro país, aunque existe toda una estructura ya definida de un mercado de valores, aún no es del manejo de la población en general. Acceso a este tipo de inversiones, el porqué, la falta de información o el desconocimiento sobre un proceso seguro para invertir; la búsqueda de asesoría, una fuente importante de alertas debe de activarse para garantizar la seguridad del retorno de las inversiones.

La lista de entidades participantes y supervisoras se debe de divulgar ante cualquier duda. La Superintendencia del Sistema Financiero, Intendencia de Valores, las bolsas de valores, casas corredoras de bolsa, gestoras de valores, sociedades titularizadoras, emisoras, entidades estatales emisoras, deben dar acceso al público en general.

El inversionista debe tener conocimientos sobre instrumentos financieros, tipos de renta fija y variable, tipos de mercados bursátiles, quiénes intervienen en el mercado primario, quiénes en el secundario, cuáles son los productos financieros accesibles y sus garantías, sus herramientas de análisis y sus formas de interpretación y uso, sobre todo, las herramientas de análisis de riesgos y la manera de manejar la incertidumbre de esos sucesos que están latentes en el mercado fintech: “Innovación financiera tecnológicamente habilitada que podría dar lugar a nuevos modelos comerciales, aplicaciones, procesos o productos con un efecto material asociado en los mercados e instituciones financieras y la provisión de servicios financieros”. (Financial Stability Board, FSB). En una época cuando los mercados financieros evolucionan, así como evoluciona la tecnología y los términos de finanzas convertidos a ingeniería económica y financiera, debemos movernos a las fintechs, en la que la innovación de las últimas tecnologías trasciende fronteras, convirtiéndose en un instrumento de apoyo para los usuarios y de las instituciones financieras.

Interfaces de programación, inteligencia artificial, aprendizaje automático, análisis de big data, servicios en la nube y criptografía son algunos de los términos que nos introducirán a las fintechs, aunado a business intelligence y, lo último, contacless (generada por la pandemia de la COVID-19) nos suben al barco del avance que trasciende y nos empuja a la evolución, a nuevos criterios de selección, nuevas bases, nuevos objetivos, a una nueva competencia y forma de toma de decisiones, que darán un nuevo brillo a los procesos de hacer negocios.